jueves, 9 de mayo de 2013

Libros de llorar

Leo por trabajo una novela ya publicada, tengo que revisarla. No me gusta nada como está escrita, pero no es una reedición, así que no me meto con eso. Mascullo y me quejo de ciertos recursos que me molestan, y así avanzo con la lectura, un poco cabizbaja. Sin embargo, hacia el final, lloro como una tarada, emocionada, por la historia.
Y me sigo sorprendiendo de cómo funciona todo esto. Y de cómo no tengo idea de cómo funciona todo esto. Seguro algo pasó esa tarde de allá lejos y hace tiempo cuando lloraba contestando un ejercicio de Lengua y literatura, releyendo partes de Mi planta de naranja lima, que me llevó a disfrutar de este trabajo tan extraño.