lunes, 27 de febrero de 2012

María Teresa Andruetto responde las 15 preguntas


1. ¿Qué respondés cuando te preguntan “a qué te dedicás”?
Desde hace unos años, escritora.

2. ¿Cómo llegaste a los libros para chicos y jóvenes y por qué te quedaste?
Aunque todavía no había publicado una línea, hacía mucho que escribía (novelas, cuentos, libros de poemas). Corrían los años ochenta, Editorial Colihue convocó a un concurso de cuentos y para ese concurso escribí (como si fuera para grandes, aunque después reajusté un poco el lenguaje pensando en el posible destinatario) un episodio que había sucedido en mi pueblo cuando era chica, un episodio popular que siempre me pareció un poco insólito. Lo mandé a concurso con el título “Dale Campeón”, obtuvo una mención y fue incluido en una antología (8 cuentos 8, Libros del Malabarista), es el mismo cuento que, con algunos ajustes, editó no hace mucho Calibroscopio con ilustraciones de Nicolás Arispe bajo el titulo Campeón.

3. ¿Cuál es tu primer recuerdo de un libro?
No sé cual es más antiguo si a) Yo muy chica, mucho antes de ir al colegio, sentada en el suelo, con mi mamá, en la cocina de mi casa, preguntándole por las letras de un libro de lectura de aquel tiempo llamado Yo aprendí a leer con UPA. b) mi hermana y yo muy chicas, más que chicas, en una misma cama las dos, con una eruptiva las dos, rayando con un lápiz rojo un libro de francés de mi mamá.

4. ¿Qué estás leyendo ahora?
Siempre muchas cosas casi al mismo tiempo. Ayer leí La muerte de Dios, el último libro de cuentos de Liliana Heker, que me encantó. Hoy Poesía en la escuela, una revista libro que me mandó la poeta Valeria Cervero, con poemas de chicos y reflexiones de poetas y un pequeño libro de Mirta Colángelo (Mensajes en botellas, Vox, Bahía Blanca, 2011) sobre experiencias creativas con chicos, anteayer terminé Vacío y plenitud (Francois Cheng, editorial Siruela), un libro bellísimo sobre pintura china, casi diría sobre poesía.

5. ¿Cómo y dónde trabajás un proyecto?
Siempre en casa, en mi computadora, en mi escritorio. Sobre todo en verano, mejor si en medio de cierta rutina. Tengo mucha tendencia a distraerme con otros proyectos, otras escrituras aledañas, las ramas de los proyectos mayores de escritura (una novela, un libro de poemas, un libro de cuentos), que a la vez me atraen y me asustan.

6. ¿Qué detestás de los libros para chicos y por qué?
De ciertos libros para chicos como de ciertos libros para grandes, la falta de profundidad, la falta de sutileza, la falta de sugerencia, la falta de ambigüedad

7. ¿Cuál es tu lugar y momento favorito para leer?
A diferencia de escribir, puedo leer en cualquier parte. En casa, por supuesto, pero también en casa de otros, en viaje, en un ómnibus urbano, uno de larga distancia o un avión…

8. ¿Tenés algún sueño recurrente para compartir?
Recuerdo muchas veces los sueños, algunos son frondosos, me han dado en alguna ocasión alguna idea, pero la materia de mi escritura es el mundo que llamamos real. Las personas de este mundo sobre todo, lo extraordinario de cada uno de nosotros, lo extraordinario de las vidas comunes.

9. ¿Qué superpoder te gustaría tener y cómo lo usarías?
No me atrae lo de los superpoderes, tampoco sé si sabría usarlos, no se me ocurre para qué. Para evitar la muerte, tal vez, pero quién sabe cómo sería la vida sin la muerte…

10. ¿Algún/algunos libro/s de tu biblioteca ideal para recomendar?
Muchos, distintos cada vez. A los que mencioné que acababa de leer, los recomendaría hoy, que acabo de leerlos. Siempre ha sido así, hay tantos libros que me gustan, que me gustaron a lo largo de la vida. También algunos que nunca se van: los libros de Pavese, Eisejuaz de Sara Gallardo, Edipo rey de Sófocles, la poesía de Eugenio Montale, Las dulzuras del hogar de Flannery O Connors, Tres golpes de timbal de Daniel Moyano, Ficciones de Borges, los cuentos de Onetti, la poesía de Circe Maia, Retrato de grupo con señora de Heinrich Boll, Los anillos de Saturno de Sebald, Moderato Cantabile o la serie de Lol Stein de Marguerite Duras, Pedro Paramo de Juan Rulfo, los cuentos de Amalia Jamilis, Cuentos de invierno de Isak Dinesen, La fiesta en el jardín de Katherine Mansfield, El mono gramático de Octavio Paz o Diario de una buena vecina de Doris Lessing, entre tantos otros.

11. Una preocupación actual.
Siempre tengo preocupaciones sociales. Mis preocupaciones personales, que siempre las hay, en este momento no son acuciantes.

12. Un logro del que estés orgullosa.
Varios, de orden y dimensión muy diversa. Haberme sentido parte de ciertos procesos sociales, haber criado a mis hijas, haber podido resolver carencias económicas a fuerza de trabajo, haber podido organizar mi vida de modo de sostener la escritura,  haber construido una pareja después de haberme destruido en otra, haber dejado de fumar..., haber conservado amigas de todas esas etapas de mi vida, tan dispares en fortuna e infortunios!

13. ¿Cuál era tu libro favorito cuando eras chica?
Depende de la edad. En la infancia, antes de empezar a leer en un sentido literario (esto empezó a suceder hacia los 12 o 13 años): Corazón, La isla del tesoro, Vida de San Francisco de Asís, La cabaña de Tío Tom, Las aventuras de Tom Sawyer, El Jardinero de Tagore, Leyendas argentinas, El nido de cóndores de Olegario Andrade, Recuerdos de provincia, cosas así, tan diversas como insólitas.

14. Una recomendación para quien se quiere dedicar a lo mismo que vos.
Lecturas, mucha atención, un poco de disciplina.

 
15. Algo que te dé alegría inmediata.
Los logros de mis hijas.


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