miércoles, 23 de marzo de 2011

Istvansch responde las 15 preguntas

















Foto: Uri Gordon - ugordon@gmail.com

1. ¿Qué respondés cuando te preguntan “a qué te dedicás”?
“Ilustrador”... y en el microsegundo siguiente pienso que también escribo y entonces digo “escribo y dibujo libros para chicos”… y entonces me doy cuenta que también edito y agrego “bah, hago libros para chicos”… y el que no me conoce se va pensando “hoy conocí a un tipo raro”

2. ¿Cómo llegaste a los libros para chicos y jóvenes y por qué te quedaste?
Dibujo y escribo desde niño, cuando adolescente hacía historietas y humor gráfico desde San Jorge, mi ciudad en Santa Fe, donde vivía, al buscar trabajo en Buenos Aires para mudarme conocí a Laura Devetach, Gustavo Roldán y Graciela Montes, que me dieron para hacer mis primeros libros, uno en Colihue, otro en El Quirquincho. Me fascinó eso de tener un territorio entero de papel para explorar como propio, perdurable y no efímero como las revistas o los diarios en donde había publicado mis primeras cosas, y aquí me quedé.

3. ¿Cuál es tu primer recuerdo de un libro?
Mi casa de infancia estaba repleta de libros, mis padres eran muy lectores. Nunca hubo televisión, así que el programa diario era leer. Creo que el primer libro “largo” que leí y que me acuerdo fue 20.000 leguas de viaje submarino, creo que lo recuerdo tan vívidamente porque me había saltado una página en una de esas descripciones largas que hace Verne ¡y me sentía culpabilísimo!

4. ¿Qué estás leyendo ahora?
Nadie acabara con los libros, de Umberto Eco y Jean-Claude Carrière. Un libro que desde ya estoy considerando imprescindible para dar como bibliografía cuando me dicen que los soportes virtuales son taaan importantes y yo no lo creo.

5. ¿Cómo y dónde trabajás un proyecto?
En mi estudio, en mi casa, tratando de estar lo más aislado posible el o los días que necesite para hacerlo.

6. ¿Qué detestás de los libros para chicos y por qué?
La superproducción. El que se privilegie la necesidad de nuevos títulos en la góndola antes que la calidad. La labilidad de los editores que dejan pasar textos o dibujos flojos ante la urgencia que impone esa realidad.

7. ¿Cuál es tu lugar y momento favorito para leer?
De tardecita después de un buen día productivo, tirado en la cama comiendo algo rico.

8. ¿Tenés algún sueño recurrente para compartir?
Muchas veces sueño que vuelo, eso es de una gran felicidad y significa que las cosas van bien.

9. ¿Qué superpoder te gustaría tener y cómo lo usarías?
La teletransportación, y me voy al parís de la Belle Epoque, o a los sesentas al menos… algo que me lleve lejos de esta época de maquinitas y códigos y telefonitos… me apabulla la inmediatez, la falta de intimidad, la necesidad de presencia constante que esta época obliga. Me gustaría volver a un tiempo en que la ausencia existía, en que ¡si no estabas… no te podían encontrar!

10. ¿Algún/algunos libro/s de tu biblioteca ideal para recomendar?
Espantapájaros, de Oliverio Girondo. La saga de la Fundación, de Isaac Asimov. Historias sobre todo inverosímiles, de Alasdair Gray. El catálogo de Novedades ACME, de F.C.Ware. Amphigorey, de Edward Gorey. Casi todo Poe. Kveta Pacovskà y Wolf Erlbruch como ilustradores que te abren la cabeza. 

11. Una preocupación actual.
Mi dispersión por los viajes para presentar mis libros. Le empecé a robar tiempo a las presentaciones para crear y eso debe ser al revés: robarle tiempo al crear para todo lo demás. Estoy trabajando para reordenar eso.

12. Un logro del que estés orgulloso.
Mi tarea como docente. Me produce una inmensa emoción cuando un editor conocido me dice que algún ex-alumno está haciéndole algún buen trabajo y me nombra con cariño. 

13. ¿Cuál era tu libro favorito cuando eras chico?
Las mil y una noches, me lo prestó la Ale Costero, compañera de primaria, y se lo pedí tantas veces para releerlo que me lo terminó regalando.

14. Una recomendación para quien se quiere dedicar a lo mismo que vos.
Escapar de la vorágine editorial y dedicarle a cada proyecto el tiempo que necesite. Si son años, que lo sean; si implica sufrimiento, que se sufra. La felicidad de sentir que una obra tiene absolutamente todo lo que uno podía darle es mucho mayor al simple hecho de “tener el libro en la mano prontito”.

15. Algo que te dé alegría inmediata.
La llegada del verano y el calor. Detesto el frío y cualquier clima intermedio.


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